Antecedentes
Según el artículo 71 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, estos “tienen derecho a ser escuchados y tomados en cuenta en los asuntos de su interés, conforme a su edad, desarrollo evolutivo, cognoscitivo y madurez”.
A diferencia de la creencia de algunos, la democracia no se reduce a la elección de sus gobernantes, sino que esta es apenas una de sus características. Según la teoría de Rousseau, la democracia es el conjunto de acción libre y grupal de los miembros de una sociedad. Este autor sugiere que, para alcanzarla, debe existir primero la igualdad. (Tamayo, 2012).
Anteriormente, la democracia en forma de participación ciudadana parecía estar pensada tan solo para el ejercicio del burgués común que “podía dedicar unas horas al día a dirigir sus negocios, y el tiempo restante para informarse, hablar de temas sociales o políticos y participar activamente en la toma de decisiones”. (Ziccardi, 2004).
“Uno de cada cuatro latinoamericanos habla de política con frecuencia.” (Arredondo, 2014) Actualmente, los latinoamericanos están poco inclinados a afiliarse a algún partido político y prefieren manifestarse desorganizadamente. Dentro más formal sea la participación formal en la democracia, menor es el entusiasmo de la población por participar en ella. Esto deja ver que si la mayoría de los mexicanos no creen en la democracia es principalmente por tres factores que coexisten entre sí; el primero es el estrecho concepto que se tiene en la actualidad de esta, la decepción que ha dejado en la memoria de la humanidad, y la idea de que su ejercicio es exclusivo de cierto grupo en la sociedad. Bajo esta premisa, se aborda a continuación, una propuesta para intervenir en los miembros más jóvenes de la población para que no pierdan la fe en la democracia y pongan en ejercicio sus derechos al ampliar su cultura de la legalidad.