En México habitan 900,174 personas con discapacidad auditiva o limitación para hablar, lo que representa el 20.4% de la población mexicana (INEGI, 2010), las cuales tienen la necesidad de interactuar y comunicarse con el mundo y la sociedad, la Lengua de Señas es la herramienta comunicativa que emplean muchas de estas personas. Actualmente, el 86% de los sordos entre tres y veintinueve años, no ingresa a la escuela, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía e Informática de México (INEGI) en el año 2014 (FIGURA 3). Esta situación refleja graves fallas en su educación. No obstante, en los últimos diez años han surgido modelos de educación bilingüe de los sordos los cuales permiten el acceso a su lengua natural y al español.
Las estadísticas indican que es necesario contribuir a la optimización de la educación de S/sordos. Con este fin, este equipo profundizamos en el proceso de diálogo, reflexión y construcción de nuestro prototipo dentro de este laboratorio ciudadano “La inclusión como emprendimiento”. La finalidad es acompañar el proceso de enseñanza-aprendizaje para todos los participantes en la educación de los sordos. Es decir, el aprendizaje de los usuarios sordos y sus familias, así como el proceso de enseñanza de los maestros sordos y oyentes que los atienden. Se planteó el diseño e instrumentación de una plataforma interactiva de conocimiento que apoye el fortalecimiento de los niveles de comprensión básicos y manejo de la LSM. Se buscó que presentara una relación clara entre los contenidos curriculares y las adecuaciones en LSM.
Se espera que esta plataforma se convierta en una herramienta para consolidar los aprendizajes de los contenidos curriculares para la educación básica. Los fundamentos que sustentan esta idea de prototipo son los expuestos a continuación.
En primer lugar, la igualdad de derechos ha estado presente prácticamente desde los primeros documentos constitucionales de México, pero fue hasta el 2003 que se creó la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación (De Dienheim, 2008). Sin embargo, la discapacidad sigue siendo una de las principales causas de discriminación en este país (Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, 2016). Por ejemplo, Vidal, Isidoro y Bonilla (2009) aseguran que en la práctica docente se concibe a los niños sordos desde una perspectiva médico-clínica, por lo que se les considera seres patológicos alejados de lo normal, así que se hace lo imposible por arreglar el daño: hacer que el niño pueda oir y hablar. Esta concepción arraigada en la sociedad contrae graves daños en el bienestar personal de estos niños, como la discriminación en sus diferentes modalidades, la exclusión educativa y la violación de sus derechos humanos.
El que los sujetos de la sociedad desconozcan la LSM crea un problema de equidad e inclusión social, pero este problema se agrava cuando la persona con discapacidad requiere un servicio, una atención, un trámite, un producto o comunicarse con alguna instancia en particular. Como es el caso de los 4,519 niños con sordera que necesitan los servicios educativos del país que se enfrentan con el problema de que los maestros no saben LSM (SIPSE, 2016).
La Lengua de Señas Mexicana es utilizada por los sordos para resolver sus necesidades comunicativas. Esta es una serie de signos gestuales articulados con las manos en conjunto con expresiones faciales, mirada intencional y movimiento corporal, dotados de función lingüística. Es reconocida como una de las lenguas nacionales formando parte del patrimonio lingüístico, es tan rica y compleja en vocabulario y gramática como cualquier lengua oral (Vidal, Isidoro y Bonilla, 2009).
El desconocimiento por parte de los profesionales que están en contacto con personas sordas respecto a la Lengua de Señas Mexicana, así como por parte de los familiares, representa un problema, ya que surge la necesidad de comunicarse eficientemente con ellos.