Investigación en AOP
El uso del aprendizaje basado en proyectos ha generado una gran cantidad de estudios tendientes a mostrar su efectividad como herramienta didáctica para el desarrollo de aprendizajes en el estudiante.
Estos estudios han permitido consolidar al aprendizaje basado en proyectos como técnica didáctica pero al mismo tiempo han alertado acerca de la cantidad de variables que inciden durante el proceso.
Estudios
Este es un estudio presentado como investigación doctoral por Susan Wolff la cual tituló "Relationships among People and Spaces: Design Features for the Optimal Collaborative, Project-Based Learning Experience." Su asesor principal fue el Dr. George Copa, de Oregon State University. Aunque el estudio se enfocó principalmente en el nivel de Community College, los resultados son pertinentes para todos los niveles de educación y tienen implicaciones para los ambientes de aprendizaje físicopara otros tipos de procesos de aprendizaje activo.
Los resultados del estudio incluyen una síntesis de 32 rasgos de diseño del ambiente de aprendizaje físico que apoyan y promueven el aprendizaje colaborativo basado en proyectos. Los rasgos han sido colocados en seis categorías.
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El impacto de project-based learning (PBL) ha sido estudiado en una variedad de contextos educativos que van desde el nivel infantil hasta la educación médica y de leyes. En estos contextos, se ha encontrado que el AOP es efectivo para incrementar la motivación del estudiante y mejorar sus habilidades de pensamiento y de solución de problemas.
En más de 20 años de investigación en el área de medicina (Albanese & Mitchell, 1993; Vernon & Blake, 1993), los estudios muestran que los estudiantes que trabajan con este método se desempeñan mejor que estudiantes de educación tradicional en pruebas convencionales de conocimientos. Además los estudiantes de medicina se desempeñan mejor en las pruebas de habilidades de solución a problemas clínicos.
AOP es especialmente efectivo cuando se apoya en tecnología educativa (Blumenfeld et al., 1991; Means & Olson, 1997). Evaluaciones de instrucción en el nivel K-12 muestran que el aprendizaje mejora cuando se asocia el AOP y la tecnología (Ryser, Beeler, McKenzie, 1995; Cognition and Technology Group at Vanderbilt, 1992; Pellegrino et al., 1992).
Puesto que el AOP transforma los roles del estudiante y del profesor y el proceso de aprendizaje también transforma la naturaleza de los resultados de aprendizaje. Los beneficios del AOP son evidentes ya para profesores y estudiantes que los han experimentado, pero estos beneficios pueden no resultar evidentes a los demás en tanto no se desarrollen nuevas formas de evaluación que recoja las variedades del aprendizaje que promueve el AOP.
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