Año 1. No. 4 Marzo del 2000.

La naturaleza cambiante de la enseñanza

Las diversas reformas educativas hacen cada vez mayor énfasis en que la manera tradicional de transmitir el conocimiento del profesor al alumno ya no basta para educar a la sociedad. Enseñar a los estudiantes a desarrollar activamente el aprendizaje, a evaluar información y evidencias, y prepararlos para tomar decisiones fundamentadas, requiere modelar todo un proceso que los motive a practicarlo, tomando en cuenta los intereses no sólo de los estudiantes sino también de los profesores. Parker Palmer (1997) señala que el profesor mismo se conduce en el proceso de enseñanza, igual que los estudiantes se conducen por el proceso de aprendizaje; él apunta que una de las dificultades reales acerca de la enseñanza es que "ésta nunca tendrá lugar a menos que se conecte con aspectos esenciales de la vida de nuestros estudiantes" (p. 20). Las tendencias en la educación profesional en los Estados Unidos sugieren algunas modificaciones en cuanto al papel del profesor en el salón de clases, para desplazarlo de ser el proveedor de información, a ser un facilitador de aprendizaje (Barr & Tagg, 1995). Bajo este concepto de enseñanza efectiva, los estudiantes -- con la guía del profesor -- descubren y aprenden por sí mismos, convirtiéndose en miembros de comunidades de aprendizaje, que van haciendo descubrimientos y resolviendo problemas.

La colaboración, el compromiso activo y la inclusión caracterizan estos enfoques educativos. La interacción se da entre maestros y alumnos tanto como entre los alumnos y sus propios compañeros. La tradicional delimitación entre el papel, responsabilidad y actividades de los maestros y las de los estudiantes llegan a integrarse, si no es que eliminadas por completo. Esta colaboración tiene lugar en las comunidades de aprendizaje donde los estudiantes se respetan unos a otros y trabajan hacia objetivos comunes para el éxito de todos. La participación activa implica aportar las experiencias personales al aprendizaje, y estar dispuesto a ampliarlo, integrando nuevas perspectivas al pensamiento propio, aplicándolo a la propia vida. Estas formas de enseñanza son incluyentes, porque atraen todas las experiencias e ideas de los estudiantes, hacia la interacción para el aprendizaje. La tendencia hacia este tipo de enseñanza no consiste en tiene que ver con un método en particular sino con la manera en que el educador asume el conocimiento, la autoridad, y la capacidad del estudiante. Estas tendencias nos llevan hacia una nueva cultura de la enseñanza y el aprendizaje (Hutchings, 1997).

http://www.acpa.nche.edu/seniorscholars/trends/trends4.htm


Boletín Informativo de la Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo - Vicerrectoría Académica - Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey