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Enseñando química gota por gota
 
 
Ana María Mutio, Profesora de Cátedra de la materia de química del Tecnológico de Monterrey explica la técnica didáctica de la química a pequeña escala y las ventajas que tiene tanto para el alumno como para el medio ambiente.
 


Ana María Mutio Rico (centro) junto a dos de sus alumnas de la clase de química.

Ana María Mutio Rico, Profesora de Cátedra de la materia de Química del Tecnológico de Monterrey, Campus Toluca, ha pertenecido a la Institución durante más de 23 años. En este tiempo ha conocido distintas formas de enseñar química a sus alumnos, desde las basada en simple teoría hasta aquellas que requieren mucha preparación, tiempo y una cantidad importante de materiales que dificultan la enseñanza práctica de manera continua.

Debido a lo anterior la maestra Mutio, decidió implementar en 2008 un método de enseñanza llamada Química a Pequeña Escala, mismo que conoció en el 2006 a partir de la visita de la doctora Ranjana Segal a México, durante su año sabático de Tarrant County College en Arlington, Texas y por el convenio de Ciudades Hermanas del Tecnológico de Monterrey, Campus Toluca con Arlington.

Esta técnica permite realizar procesos químicos usando pequeñas cantidades de reactivos, sin que ello reste calidad a los métodos habituales usados tanto en educación como en la industria, contribuyendo a un medio ambiente menos contaminado.

La maestra Mutio explica: “se trabaja con gotas de reactivos en una superficie plástica y se pueden llevar a cabo una serie de reacciones importantes, de electroquímica, de cinética química, de muchos temas que vienen relacionados con el curso que nosotros damos y que otorgan la posibilidad de ver y de comprobar lo que nosotros estamos diciendo a través de la teoría”.

Otras de las ventajas de la Química a Pequeña-escala son la reducción en el uso de productos químicos, reducción de residuos en su origen, reducción en los costos tanto de compra de productos, aumento considerable de la seguridad e higiene de las aulas y laboratorios, se reduce la duración de los experimentos, se ahorra tiempo en la preparación de reactivos, se promueve una política de respeto al medio ambiente y lo más importante es que se genera una mayor motivación y preparación de los estudiantes.

“Yo creo que la química se aprende haciendo, cuando llevo el equipo a la clase para que hagan prácticas se vuelve muy agradable porque trabajan en equipos con micropipetas llevando a cabo reacciones y hay un aprendizaje más efectivo que si sólo se los platicara. A los alumnos en general les gusta mucho. A través de la explicación y la observación el alumno adquiere los aprendizajes que nosotros estamos buscando, en realidad ya no se queda exclusivamente con la teoría si no que puede ver lo que está pasando y nos ayuda mucho a nosotros como profesores.” Señaló Ana María Mutio.

Por último la maestra Mutio, quien también es coautora del libro de texto “Aprendiendo química gota por gota que se enfoca totalmente en la química a pequeña escala, señaló que con todo y esta herramienta el papel del profesor “sigue siendo importantísimo para el alumno porque una buena explicación ayuda a que el tema sea más fácil de comprender junto con una experiencia de laboratorio que les permita ver el experimento” y concluyó diciendo que busca enseñar esta técnica en otros lugares “a profesores de la SEP para que esto se promueva, llegue a más personas, y que nuestros niños tengan otras posibilidades, que la educación cambie también para otras personas que no tienen esas oportunidades que nosotros sí tenemos”.