¿Somos pioneros? ¿hay otros
rediseños en el mundo?
No somos pioneros, diversas universidades del mundo han planteado
sus propias estrategias para responder a las necesidades de aprendizaje
de la sociedad actual. Visitando estas universidades, en forma
real o virtual, encontramos que usan diversas estrategias para
el cambio, pero los principios en que se basan son semejantes
a los nuestros. Todas buscan desarrollar procesos más
centrados en el aprendizaje que en la enseñanza del alumno;
buscan el cambio de rol del estudiante y del profesor; las actividades
buscan un acercamiento a los problemas de la vida real donde
los alumnos aplican los conocimientos para hacerlos más
significativos; el alumno juega un papel importante en la selección,
análisis y aplicación del conocimiento; se busca
más trabajo colaborativo entre los participantes del proceso,
etc.
La situación de las universidades que están en
proceso de cambio difiere mucho de los esquemas tradicionales,
donde la forma de trabajo es casi uniforme. Ahora se están
conformando universidades con características diversas
y de cuyos resultados podemos ir aprendiendo a través
del intercambio de experiencias, como internamente se viene haciendo
entre los profesores del ITESM. Algunas de las técnicas
que más se están utilizando como estrategia para
el cambio educativo, son: el Aprendizaje Basado en Problemas,
el método de proyectos, la investigación, el estudio
de casos y la alternancia empresa-universidad.
En la página electrónica de la Dirección
de Investigación y Desarrollo Educativo, dentro la Vicerrectoría
Académica (http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/inf-doc/univ-cambio.html),
existe un documento con direcciones electrónicas a diferentes
universidades del mundo que se encuentran en proceso de cambio,
clasificadas por estrategias. En ellas se puede encontrar información
muy amplia sobre estas experiencias.
En concreto, ¿Qué otras experiencias
de cambio hay y qué resultados existen de su aplicación?
La Universidad de Delaware (http://www.udel.edu/pbl/)
en EUA, tiene un programa institucional de rediseño de
sus cursos para lo cual han adoptado como estrategia el Aprendizaje
Basado en Problemas (PBL). En su página electrónica
nos encontramos con información acerca de cursos rediseñados
y ejemplos de cómo se desarrollan, así como resultados
que han alcanzado en términos del aprendizaje de los alumnos.
La Universidad de Maastricht (http://www.unimaas.nl/)
en Holanda, tiene un programa de cambio educativo incorporado
a toda la universidad. Al igual que la Universidad de Delaware,
utiliza el Aprendizaje Basado en Problemas. En este momento cuentan
ya con muchos datos sobre los resultados en el aprendizaje de
los alumnos y sobre todo están encontrando que no todas
las disciplinas se pueden ajustar a esta estrategia. Esto les
ha llevado a incorporar otras técnicas, como el Aprendizaje
Basado en Proyectos y en algunos casos incorporan otras más
ortodoxas como es la combinación con sesiones de exposición
por parte del profesor para organizar la información,
especialmente con los alumnos nuevos.
La Unversidad de Babson (http://www.babson.edu/)
en Estados Unidos, es una escuela reconocida en el área
de Administración de Empresas que utiliza la técnica
de proyectos (PBL) a través de un programa muy completo
en el que los alumnos guiados por un tutor y un equipo pluridisciplinar,
tienen que desarrollar una empresa real durante el primer año
de carrera.
La Universidad de Monash (http://www.monash.edu.au/)
en Australia tiene un esquema de cambio muy semejante al nuestro.
De hecho cuentan con el apoyo de facilitadores para ayudar a
los profesores al rediseño didáctico.
La Universidad de Kingston (http://www.kingston.ac.uk/),
en Surrey, UK, utiliza la estrategia de alternar prácticas
y estudio. Incorpora al proceso periodos de estudio en la industria
y comercio, ofreciendo a los estudiantes la oportunidad de obtener
experiencias de primera mano en el mundo de trabajo. A esta técnica
la han denominado Project Based Work (PBW).
En Estados Unidos también existe la National Science
Foundation Coalition (http://foundation.ua.edu/),
integrada por 7 universidades (Arizona State University, Maricopa
Community College District, Rose Hulman Institute of Tech, Texas
A & M University at Kingsville, Texas A&M University,
Texas Woman's University, University of Alabama). La coalición
se plantea el cambio educativo a través del Curriculum
Integrado aplicado al área de Ingeniería.
Todas estas ligas a universidades proporcionan información
muy interesante sobre lo que está ocurriendo con la educación
superior en otras partes del mundo y ofrecen una idea bastante
completa de hacia dónde se dirigen sus esfuerzos, lo que
permite contrastarlos con lo que estamos haciendo en el ITESM.
¿Qué sigue después
del rediseño?
El rediseño busca desarrollar, ante todo, una cultura
de trabajo en la que el profesor incorpore un proceso de reflexión
y acción continua a su práctica como docente con
el fin de mejorar la calidad de la educación en forma
permanente. Las metas que el profesor se traza se basan en el
análisis continuo de necesidades sociales, laborales e
institucionales. Esto le permitirá mantener el curso actualizado
y dar una respuesta de calidad a lo que la sociedad y el instituto
necesitan en cada momento de su historia. Es decir, el rediseño
se integra a la acción cotidiana del profesor. Esperamos
que el profesor participe en el Programa de Desarrollo de Habilidades
Docentes (PDHD) con el fin de que adquiera las habilidades, actitudes
y valores que requiere para desempeñarse con las características
descritas anteriormente, y que posteriormente lo haga de forma
autónoma y en colaboración con sus colegas.
¿Disminuye con el Rediseño
la calidad académica de un curso?
La calidad académica del curso forma parte de las características
del Rediseño. Para integrar adecuadamente estos dos aspectos
se requieren dos condiciones: la primera es
que los aprendizajes que el profesor busca desarrollar en sus
alumnos sean relevantes y
adecuados al nuevo contexto institucional y social que la nueva
época demanda, y la segunda condición la establece
el profesor al poner un alto nivel en el grado de dominio de
los aprendizajes que ha formulado como requisito para aprobar
el curso. Este nivel lo establece al determinar los criterios
de evaluación. La exigencia tiene más que ver con
la calidad y relevancia del
aprendizaje que con la cantidad de temas o materiales.
¿Qué hacer cuando vemos que
otros cursos como el nuestro están rediseñados
y tienen otros criterios totalmente diferentes?
Se espera que entre los diferentes proyectos de rediseño
de una misma materia exista cierta coincidencia en las intenciones
educativas, objetivos y contenidos, puesto que en común
estarán tomando como referencia el programa analítico
y las habilidades y actitudes de la Misión. Sin embargo
la estrategia de enseñanza y aprendizaje que cada profesor
utiliza puede variar ya que no existe un modelo estandarizado
para cumplir con los objetivos. Incluso es deseable que los cursos
rediseñados sean diferentes en ese aspecto, pues la visión
y experiencia personal del profesor seguramente vienen a enriquecer
el enfoque general del curso. La adopción de un curso
que ha sido rediseñado por otro profesor, tampoco es una
labor mecánica. El profesor que adopta un curso lo adapta
a su contexto, a su estilo de docencia y a la naturaleza de su
grupo de alumnos. Todo ello en el marco institucional que da
la existencia de un programa analítico. De cualquier forma,
es deseable que se establezca una comunicación y colaboración
entre los profesores que bajo cualquiera de los dos esquemas
trabajan para desarrollar un mismo curso, con el fin de intercambiar
ideas y experiencias y consolidar y enriquecer entre todos la
calidad del mismo.
Si al rediseñar nos encontramos
con contenidos obsoletos o inadecuados, ¿podemos cambiarlos?
Cualquier propuesta en este sentido deberá ser abordada
con el director académico del departamento al cual corresponde
la materia. Son ellos los que tienen la función de ser
portavoces de los profesores en este tipo de asuntos. Son las
academias de carrera, integradas por los directores de carrera
y los directores de departamento que le dan servicio a una carrera,
las que pueden tomar decisiones con relación al cambio
de contenidos de un programa analítico. Es conveniente
que los contenidos de los cursos sean discutidos por esta vía,
buscando la congruencia tanto entre ellos como en su correlación
con el plan curricular.
¿Tendrá impacto el rediseño
en el plan curricular?
Sí deberá impactar en el plan curricular de
una manera natural al estimular la actualización y la
mejora continua de los cursos en todos sus elementos, entre ellos
el contenido. Para que el impacto se dé de manera efectiva,
se requiere abrir espacios de discusión académica
con los profesores en cada uno de los departamentos y participar
en las academias de disciplina establecidas para discutir sobre
estos asuntos con los colegas de otros campus. También
se requiere tener una actitud receptiva hacia los profesores
por parte de quienes toman decisiones curriculares para aceptar
los comentarios y sugerencias que éstos hagan con relación
a los contenidos y tomarlas como referencia para tomar decisiones.
Sin embargo el ITESM debe cumplir con la normatividad legal derivada
de los acuerdos con la SEP, por lo que los planes vigentes no
se pueden modificar esencialmente a corto plazo, sólo
se permite al profesor en el rediseño realizar actualizaciones
menores como podrían ser enriquecer el contenido con experiencias
e investigaciones actuales, o incluir contenidos diversos sobre
un mismo tema con el fin de ampliar la visión, o quizá
presentar el contenido de una forma más sugerente que
la del programa actual con el fin de hacerlo más significativo,
despertar el interés del alumno y facilitarle el aprendizaje.
¿Cómo evitar la sobrecarga
de actividades para el alumno en un curso rediseñado en
relación con otros cursos?
Al igual que lo haría con cualquier otro curso, un
profesor que rediseña debe hacer una estimación
del tiempo que invertirán sus alumnos en cada una de las
actividades que planea para ellos. Por ejemplo, debe prever cuánto
tiempo invierte un alumno en recopilar una información,
hacer una práctica, realizar una lectura, hacer una entrevista,
reunirse como equipo y llevar a cabo una determinada tarea, etc.
La referencia obligada para el caso, es el número de unidades
que cada curso prevé en el Plan de estudios correspondiente.
Esto equivale al número de horas de trabajo semanal que
en total el alumno deberá dedicar al curso. El profesor
debe tener la habilidad de administrar las actividades de tal
modo que los alumnos no inviertan mayor tiempo del esperado en
dicha referencia. Puede ocurrir que en el momento de la implantación,
el tiempo que el profesor estimara no se corresponda con el que
realmente la actividad demanda. En esta situación es fundamental
que el profesor, como guía y monitor del proceso, consulte
y acuerde con los alumnos los ajustes más adecuados, con
el fin de no sobrepasar el tiempo requerido.
¿Qué es preferible, profundizar
más en la calidad de los rediseños o fomentar la
cantidad a través de la transferencia?
Indudablemente lo relevante en todo este proceso de cambio es
que los esfuerzos se canalicen hacia la búsqueda de rediseños
de calidad, entendiendo por ello que los cursos rediseñados
cumplan con los criterios establecidos a nivel sistema. (el formato
puede consultarse en la siguiente dirección: (http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/proyectos.htm).
Sin embargo, es indudable que a partir de la existencia de cursos
rediseñados de calidad, se puede impulsar el que otros
profesores que imparten la misma materia adopten estos cursos
a través del proceso de transferencia. Un proceso de esta
naturaleza permite comunicar el trabajo llevado a cabo por un
profesor rediseñador y, al mismo tiempo, abre un espacio
a la discusión e intercambio de opiniones e ideas entre
quienes lo adoptan y el profesor.
Tenemos datos de qué opinan los
diferentes campus acerca del rediseño?
Desde el segundo semestre de 1997 se han venido aplicando encuestas
para conocer el impacto del rediseño. Estas encuestas
se han aplicado semestralmente a profesores, alumnos y facilitadores.
Los resultados obtenidos se encuentran en la página electrónica
de la Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo,
en la Vicerrectoría Académica: http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/inv-ev.htm
En estos estudios se incluyen los campus del Sistema que en su
momento han ido incorporando cursos rediseñados. Los datos
obtenidos se encuentran clasificados por maestro, por campus
y datos globales de todo el sistema. Si desean tener alguna información
específica sobre estos estudios, pueden comunicarse a
cualquiera de las cuentas de correo incluidas en dicha página.
¿Tenemos datos de cómo vive
el alumno esta experiencia?
Desde el segundo semestre de 1997 se han venido aplicando encuestas
para conocer el impacto del rediseño. Estas encuestas
se han aplicado semestralmente a profesores, alumnos y facilitadores.
La encuesta de opinión que se aplica al alumno nos arroja
datos sobre diferentes aspectos de su experiencia en un curso
rediseñado. Los resultados obtenidos se encuentran en
la página electrónica de la Dirección de
Investigación y Desarrollo Educativo, en la Vicerrectoría
Académica: http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/inv-ev.htm
Si desean tener alguna información específica sobre
estos estudios, pueden comunicarse a cualquiera de las cuentas
de correo incluidas en dicha página.
¿Tenemos datos del impacto del rediseño
en el mundo laboral?
Aún no contamos con generaciones que hayan vivido la experiencia
del rediseño y se hayan incorporado al mundo laboral.
En el Instituto existe el Centro de Efectividad Institucional
quien aplica encuestas a los egresados y empleadores de egresados
para conocer en qué medida estamos logrando el perfil
del estudiante que queremos promover. En este momento se está
preparando un documento de este tipo, con indicadores de la nueva
misión. También se está trabajando en el
desarrollo de cuestionarios y escalas de valoración para
recoger información de los alumnos a medio término
de su carrera y al final, con relación a la adquisición
de actitudes y valores de la misión e incorporarlos a
los exámenes integradores.
¿Podemos hacer rediseños
sin tener que usar la tecnología?
La tecnología y las redes de información son
actualmente un recurso básico en el desarrollo de nuestros
alumnos por las posibilidades que ofrece para el acceso a información
y comunicación valiosa y variada a nivel internacional.
Es por eso que la reingeniería del proceso de enseñanza
y aprendizaje en nuestro Instituto la incorpora como requisito
para considerar que un curso ha sido rediseñado. Es recomendable
y bueno utilizarla simultáneamente al rediseño
didáctico, si las condiciones se prestan para ello. Sin
embargo, es importante que el profesor no subordine el curso
al uso de la tecnología y pierda el control de lo que
es importante, es decir el aprendizaje del alumno. Así,
es válido que el profesor inicie primeramente el rediseño
didáctico y posteriormente incorpore la tecnología,
como lo han venido haciendo algunos campus.
¿Realmente la práctica docente
en el ITESM está cambiando, a partir del Rediseño?
Como parte de un proceso, la práctica docente irá
paulatinamente incorporando las características del rediseño.
No se trata solamente de adoptar un esquema de planificación,
sino de un cambio en la propia cultura bajo la cual se ha venido
desempeñando el profesor y el alumno. Este cambio se viene
apoyando y observando a través del trabajo de los facilitadores
con el profesor, y también a través del análisis
y observación de la implantación y transferencia
de cursos rediseñados. Actualmente (Mayo de 1999) sólo
el 33% de los cursos que se ofrecen en el sistema se imparten
en forma rediseñada.
¿Cuál es el perfil ideal
de un profesor para que entre al rediseño?
Para el Programa de Rediseño no se ha pensado que los
profesores posean de antemano ciertas habilidades docentes específicas,
a excepción de la compresión de la orientación
del cambio y el porqué del mismo, así como una
actitud abierta y disposición al mismo. Considerando que
el rediseño es una cultura de trabajo para ser incorporada
en la práctica del profesor, se ha puesto a su servicio
un programa de desarrollo de habilidades docentes (PDHD)
a través del cual, y desde la misma práctica del
profesor, se espera que los participantes en él adquieran
las habilidades, actitudes y valores que se requieren para el
logro del cambio en el nuevo modelo educativo.
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