Los mitos del Rediseño


Mito 1: EL REDISEÑO CONSISTE EN DEJAR QUE EL ALUMNO APRENDA SOLO
Concepto correcto: El rediseño desarrolla el autoaprendizaje.

La adquisición del conocimiento es resultado de procesos que involucran una serie de actividades, entre las que se encuentran: obtener información, organizarla, identificar las relaciones que se dan entre algunos de sus componentes, descubrir el porqué de estas relaciones, sacar conclusiones y/o formular hipótesis o teorías con las que damos razón de los fenómenos o realidades que son objeto de nuestro estudio.

Hablamos de autoaprendizaje, cuando el alumno se enseña a alcanzar el conocimiento por cuenta propia y, lo más importante, cuando el alumno desarrolla amor por la búsqueda del conocimiento que no es más que la búsqueda de la verdad. Esta habilidad la podemos desarrollar, haciendo que el estudiante participe en el proceso mediante el cual se obtiene el conocimiento; esto es, cuando promovemos que investigue por cuenta propia, analice la información que ha obtenido, estudie la forma como un conocimiento se relaciona con otro, sugiera conclusiones, etc.

Ahora bien, la forma como tradicionalmente se lleva a cabo la práctica docente consiste en que el profesor expone y explica los conocimientos que se han logrado en su materia académica, mientras que el alumno se concreta a escuchar, tomar notas, formular preguntas para esclarecer dudas y repetir dichos conocimientos para obtener una buena calificación.

En la práctica docente tradicional, que enfatiza la transmisión de conocimientos de parte del profesor al alumno, se espera que la habilidad de aprender por cuenta propia se desarrolle de forma natural. Mas esto no siempre sucede, ya que aprender por cuenta propia implica un esfuerzo consciente y estructurado que el rediseño busca apoyar durante todo el período de formación del alumno.

En este trabajo de desarrollar la habilidad de aprender por cuenta propia no se debe dejar al alumno sólo. Pasa a ser una de las tareas más importantes del profesor enseñar al alumno a aprender y a pensar por cuenta propia. El profesor debe ser consciente de que un alumno que realiza individualmente una lectura, una búsqueda o un análisis, no desarrolla automáticamente la habilidad de aprender por cuenta propia. Se requiere que el profesor le diga qué actividades tiene que llevar a cabo con la información; se requiere que le indique cuáles son los elementos importantes que debe analizar, cómo debe procesar esa información, cómo se contrasta el nuevo conocimiento con aprendizajes previos, cómo dicho conocimiento se aplica a otras situaciones, qué tipo de relaciones pueden establecerse con otras áreas, cómo puede evaluar si él ha logrado el aprendizaje, etc. En otras palabras, el profesor tiene que construir el plan para que el alumno pueda llevar a cabo este proceso de autoaprendizaje.

En qué tipo de actividades que conducen al conocimiento conviene que participe el alumno va a depender de la naturaleza de la materia académica y del grado de madurez intelectual del estudiante. No están en el mismo nivel los alumnos de preparatoria que los que inician una carrera profesional o los que estudian los últimos semestres de su carrera.

Por esto, es un mito decir que en el rediseño se deja que el alumno aprenda solo. El profesor deberá proporcionar las cartas náuticas y al mismo tiempo la brújula para que el alumno pueda navegar.

En un mundo cambiante como el que nos ha tocado vivir, es imprescindible que el alumno esté preparado para dirigir y autoregular su propio aprendizaje.

 

Mito 2: EN EL REDISEÑO EL MAESTRO YA NO ENSEÑA
Concepto correcto: En el rediseño el maestro enseña y además facilita el proceso de aprendizaje.

El modelo educativo del rediseño que se centra en el autoaprendizaje no implica que el profesor deje de hacer exposiciones en clase ni mucho menos que deje de enseñar. Hay que tener en cuenta que el proceso de aprendizaje se da a partir de conocimientos previos, de conceptos básicos; por tanto, el profesor podrá hacer exposiciones en clase cuando vea que es necesario explicar conceptos que no se han entendido correctamente, o cuando cree conveniente desarrollar puntos importantes del tema o compartir experiencias prácticas.

Sin embargo, las exposiciones no deberán ser ya el eje central de la práctica docente. En el rediseño el profesor adquiere un nuevo rol, el de facilitar el autoaprendizaje, proceso en el que el alumno juega un papel muy activo y espera que el profesor, a la manera de un ìcoachî, le proporcione un plan de acción, una permanente atención para que lo oriente y que lo ayude a salvar los obstáculos que se vayan presentando.

El profesor en su nuevo rol debe proporcionar a los estudiantes oportunidades de aprendizaje seleccionando las actividades más apropiadas que éstos deben realizar de acuerdo con la materia del curso. Así mismo, debe generar estrategias para poder estar permanentemente informado de las actividades de los alumnos y de la calidad de su trabajo.

Es importante, además, facilitar el proceso de aprendizaje colaborativo, promoviendo la creación y desarrollo de grupos colaborativos entre estudiantes, presenciales o virtuales, del mismo campus, de otros del propio Instituto e incluso de otras instituciones nacionales o internacionales.

El profesor en cuanto facilitador del autoaprendizaje debe actualizar y valorar constantemente la información que va a ofrecer a sus alumnos, lo cual requiere una permanente tarea de investigación y actualización en su área de conocimiento. De igual manera, debe establecer y clarificar criterios y niveles de dominio de los conocimientos, habilidades, competencias y resultados que quiere lograr en sus estudiantes. Y, sobre todo, debe motivarlos para que consideren el autoaprendizaje como un recurso muy importante para lograr su desarrollo personal.

 

Mito 3: EN EL REDISEÑO LOS CONOCIMIENTOS YA NO IMPORTAN, LO QUE ES IMPORTANTE ES EL DESARROLLO DE HABILIDADES, ACTITUDES Y VALORES.

Concepto correcto: En el rediseño se busca un aprendizaje amplio y profundo de los conocimientos y simultáneamente el desarrollo tanto de las habilidades requeridas para generar nuevos conocimientos y saber aplicarlos a la realidad, como de las actitudes y valores que se requieren para trabajar en forma comprometida en favor del desarrollo de la propia comunidad y del país.

En el rediseño, la práctica docente sigue teniendo como uno de sus objetivos principales la adquisición de conocimientos, ya que éstos son la base para comprender la realidad en que vivimos, para avanzar en el conocimiento científico, para lograr mayores desarrollos tecnológicos y para planificar y tomar las decisiones más racionales.

Actuar en un mundo tan complejo como el nuestro requiere de conocimientos actualizados y del dominio de los principios fundamentales en los que se basa la disciplina de una determinada especialidad profesional.

Por eso, es un mito decir que los conocimientos ya no importan; lo que ciertamente ha perdido ahora relevancia es la forma como hemos estado acostumbrados a adquirirlos: aprendiéndolos del labio del profesor o memorizarlos de un libro de texto; pues nuestro mundo actual tan vasto, complejo y cambiante, en el que la información se genera profusamente y la generación y aplicación de nuevos conocimientos es elemento vital para conseguir y conservar niveles competitivos, obliga a adquirir las habilidades requeridas para desempeñar tareas más intelectuales, más de diseño, de organización, planeación y evaluación.

Para esto, el profesor deberá integrar el aprendizaje de conocimientos con prácticas, estrategias, métodos y técnicas didácticas que desarrollen las habilidades intelectuales que se requieren actualmente. Algunas de éstas técnicas son: el estudio de casos, la discusión y el debate en el aula, la técnica de la pregunta, el aprendizaje basado en problemas, la técnica de proyectos, investigación y descubrimiento, estudios de campo, entre otras. Por ejemplo, la estrategia de ìaprendizaje basado en problemasî (PBL) facilita un proceso centrado en el aprendizaje, la conexión con la realidad y la participación en su mejora, se aprende colaborativamente, se utilizan conocimientos interdisciplinarios, se desarrolla la autonomía y la capacidad de tomar decisiones.

El modelo de rediseño adoptado por nuestro Instituto incluye, además, otro elemento que le es característico: el desarrollo de actitudes y valores que formen a las personas con el compromiso de trabajar por el mejoramiento de su comunidad y de su país. Por este motivo, el curso rediseñado debe incorporar también aspectos que formen a los estudiantes en los valores y actitudes establecidos en la Misión del Instituto.

 

Mito 4 : EL REDISEÑO ES TRABAJAR EN EQUIPO
Concepto correcto: El rediseño incorpora actividades de aprendizaje colaborativo.

El trabajo en grupos colaborativos de aprendizaje es ciertamente uno de los procesos didácticos más importantes del rediseño, mas esto no significa que todas las actividades deban hacerse en equipo. Algunas de ellas hay que llevarse a cabo en forma individual, como la búsqueda de la información, su análisis y el estudio personal del tema a tratar que prepara al estudiante para hacer aportaciones valiosas en los grupos colaborativos.

El rediseño enfatiza la participación en grupos colaborativos, porque esta actividad consolida el aprendizaje que los alumnos hacen individualmente y porque desarrolla la comunicación efectiva, el conocimiento y respeto a los demás, la tolerancia y la toma de decisiones de manera colectiva; habilidades y actitudes éstas que tienen ahora una relevancia especial, pues los cambios de las últimas décadas están empujando a los seres humanos a vivir cada vez más en sociedad.

Además, si el profesor crea un ambiente de respeto donde el alumno se siente a gusto dando sus opiniones, el trabajo colaborativo desarrolla también la autoestima y el gusto por el trabajo. Cuando en las visitas a los campus se les pregunta a los alumnos que han participado en cursos rediseñados qué es lo que más les ha gustado de este modelo didáctico, todos, sin excepción, responden: el haber trabajado con los compañeros porque completan sus puntos de vista con los de ellos y aprenden aspectos que por sí solos no hubieran descubierto.

Es muy conveniente saber combinar el estudio personal y el trabajo colaborativo para lograr mayor eficiencia en el aprendizaje. Por ejemplo, si pedimos a cada alumno que individualmente evalúe un caso y luego que discuta su punto de vista con los demás para obtener conclusiones de grupo, el proceso de aprendizaje será mucho más rico.

Mas hay que tener en cuenta que el simple hecho de trabajar en grupo no garantiza automáticamente el aprendizaje colaborativo. Se necesita la dirección y ayuda del profesor para que los alumnos aprendan en el grupo a confrontar sus opiniones, a aceptar sus diferencias, a ayudarse mutuamente, a ser solidarios, a trabajar en proyectos comunes, a darse sus propias normas y a cumplir los compromisos colectivamente adoptados; aprendizajes que son fundamentales para la convivencia en una sociedad democrática.

Trabajar en equipo demanda tiempo y el profesor deberá tener cuidado en dosificar esta actividad para no abusar del tiempo del alumno.

 

Mito 5. EN EL REDISEÑO EL ALUMNO SE PONE SU CALIFICACIÓN
Concepto correcto: En el rediseño el alumno evalúa su proceso de autoaprendizaje.

Una cosa es calificar el aprendizaje de conocimientos y otra evaluar el autoaprendizaje.

La calificación es un recurso utilizado por el profesor para dar a conocer el grado o nivel alcanzado por el alumno en cuanto al aprendizaje de conocimientos. La evaluación del autoaprendizaje, en cambio, se enfoca preferentemente a analizar el adelanto que el alumno logra en la adquisición del conocimiento y de las habilidades que se desarrollan en el autoaprendizaje.

En el rediseño, la calificación sigue siendo responsabilidad del profesor; sin embargo, éste puede, si así lo cree oportuno, invitar al alumno a que también él se califique. En cambio, en la evaluación del autoaprendizaje el alumno es quien mejor conoce el grado en que ha desarrollado su autonomía, su pensamiento crítico, su capacidad para analizar y resolver problemas y, en general, su responsabilidad con respecto al autoaprendizaje. Por eso, la autoevaluación pasa a ser una de las actividades más importantes en el rediseño; y el fomentarla, una de las principales funciones del profesor como facilitador.

Para que la autoevaluación sea eficaz, el profesor, dependiendo de la materia académica y de los objetivos específicos del curso, debe enseñar al estudiante en qué aspectos debe evaluarse. Debe, además, establecer los criterios o estándares a los cuales referir los resultados obtenidos. Estos criterios facilitarán al alumno comparar lo que ha logrado con lo que se espera de él, lo cual le permitirá conocer mejor en qué situación se encuentra. A este respecto, conviene que el profesor facilite al alumno una hoja de registro donde pueda emitir juicios sobre su situación en relación con los criterios previamente establecidos tanto por el profesor como colaborativamente por todo el grupo.

También se requiere que el profesor facilite situaciones en las que la autoevaluación pueda darse. Puede, por ejemplo, promover la reflexión sobre el proceso en una discusión o debate en el aula, viendo que se analicen aspectos relevantes del mismo y su relación con los resultados.

Para que la autoevaluación del alumno tenga mayor objetividad, es muy conveniente que se contraste con la opinión de sus compañeros y de su maestro.

Si el alumno analiza y evalúa su participación en el proceso de autoaprendizaje, tiene la oportunidad de valorar qué actitudes arrojan buenos resultados y cuáles no; con lo que podrá llevar a cabo un proceso de mejoramiento continuo.

El profesor, si así lo considera dentro de su estrategia educativa, puede incorporar a este proceso de autoevaluación el de auto- calificación del alumno, o de un alumno a otro dentro de un equipo, o el de calificación de un grupo a otro, pero siempre situando el proceso de autocalificación como subsidiario al proceso de autoevaluación.

 

Mito 6. EL REDISEÑO CONSISTE EN INCORPORAR TECNOLOGÍA A LA EDUCACIÓN
Concepto correcto: El rediseño se sirve de una plataforma tecnológica para apoyar los procesos didácticos.

Cuando se incorpora el uso de las actuales tecnologías de la computación en la práctica docente sin modificar el proceso, se corre el riesgo de elevar los costos sin alcanzar resultados que justifiquen esta mayor inversión.

Sin embargo, en el rediseño, que es un modelo educativo enfocado al autoaprendizaje, la plataforma tecnológica computacional apoya notablemente los procesos didácticos.

La plataforma tecnológica, en efecto, permite:

  • tener acceso a multitud de datos y a una información actualizada;
  • llevar a cabo proyectos comunes con alumnos y profesores de otros campus o de otras universidades tanto de nuestros país como del extranjero;
  • establecer comunicación regular y permanente con el profesor y con los compañeros del curso, de manera sincrónica y asincrónica;
  • que el alumno aprenda a su propio ritmo y que el profesor dé seguimiento a cada alumno y ofrezca asesoría individualizada de forma constante.

En general, podemos decir que la tecnología es un valioso recurso que permite llevar a cabo un proceso educativo centrado en el aprendizaje del alumno y fomenta una comunidad de aprendizaje.

Sin embargo, no es necesario que el profesor haga uso de la tecnología computacional en todas las actividades, sino sólo en aquéllas en las que este uso mejore el aprendizaje y su administración.

Por tanto, conviene que el profesor lleve a cabo determinadas actividades en forma presencial como, por ejempo, la discusión entre los alumnos de un mismo salón, la elaboración de un proyecto de mejora de la comunidad o de una empresa, documentando en la computadora las conclusiones a las que se llegue y los avances que se vayan logrando durante el desarrollo del proyecto.

 

Mito 7: EL REDISEÑO NOS VA A LLEVAR A LA VIRTUALIDAD Y ELIMINARA LA INTERACCIÓN HUMANA

Concepto correcto: El rediseño aprovecha la tecnología para ampliar el ámbito de la interacción humana.

Hay que distinguir entre el sistema de aprendizaje presencial y el de educación a distancia. En el primero, se da la presencia del profesor ante sus alumnos y la de los alumnos entre sí. A esta presencia se añaden formas de interacción vía electrónica. En el segundo, la relación se da preponderantemente, si no es que en forma exclusiva, a través de los medios electrónicos.

Utilizar la tecnología en el sistema presencial no implica suprimir la interacción humana, como el uso del teléfono no la ha suprimido sino, al contrario, la ha incrementado; por tanto, en el rediseño, el profesor deberá identificar actividades en las que se dé la interacción presencial, pues estamos ante un sistema de educación presencial; pero al mismo tiempo, deberá aprovechar las facilidades que brinda la tecnología para ampliar esta interacción más allá de los límites del tiempo y del espacio. Así, por ejemplo, puede aprovecharla para continuar una discusión en línea directa a través de correos electrónicos.

La internacionalización de la educación superior es una necesidad imperativa. Si se adquieren las habilidades para trabajar en redes y conexiones institucionales, podrá darse un intercambio de experiencias con estudiantes de otras naciones y llevar así ìal salón de clase virtualî la riqueza de la diversidad cultural, así como otras actividades de cooperación con todos aquellos que, desde la distancia, puedan enriquecer la vida académica en el actual contexto de una interdependencia global.

Necesitaremos tiempo y empeño para lograr este objetivo, pero las instituciones educativas, como lo recomienda la Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI, deben proporcionar a los alumnos la formación requerida en la sociedad de la información.

 

Mito 8 : EL REDISEÑO ES UNA MODA

Concepto correcto: El rediseño es un cambio educativo a nivel mundial que es resultado del nuevo contexto social y tecnológico.

Los notables progresos científicos y tecnológicos que marcan este último cuarto de siglo han generado grandes cambios culturales, han transformado el modo de vida de las personas y han afectado las economías nacionales y la naturaleza misma del trabajo.

El desarrollo cualitativo de las nuevas tecnologías de comunicación e información, la apertura de las fronteras económicas y financieras, la modernización de la economía, la tendencia hacia un trabajo cada vez más intelectual y el hecho de vivir en un mundo en permanente cambio y altamente intercultural, presentan grandes desafíos a las universidades y demandan nuevas funciones y nuevas formas de entender la educación y de llevarla a la práctica.

Para poder enfrentar los retos de este nuevo contexto mundial, muchas universidades en todo el mundo han iniciado procesos de cambio con estrategias diversas. Por ejemplo, la Universidad de Minnesota incorpora el aprendizaje colaborativo como un componente esencial del nuevo modelo educativo, pues pretende que el alumno sea un constructor activo y transformador del conocimiento en interdependencia positiva con sus compañeros. En la Universidad de Monash, en Australia, los estudiantes, entre otras experiencias, se involucran en el desarrollo de proyectos reales. El Instituto Tecnológico de Georgia promueve el aprendizaje a lo largo de toda la vida y utiliza la estrategia de solución de problemas complejos.

Nuestro Instituto es una de las universidades que, como las anteriores, está en proceso de cambio para responder a los nuevos retos de nuestra sociedad y para formar profesionistas altamente cualificados y ciudadanos comprometidos con su comunidad para mejorarla en lo social, en lo económico y en lo político, de acuerdo con la Misión 2005.

 

Mito 9: REDISEÑAR ES PONER POR ESCRITO, HASTA EL ÚLTIMO DETALLE, LO QUE HACEMOS

Concepto correcto: El rediseño es, ante todo, un replantamiento que el profesor hace de su actividad docente. El maestro documenta el resultado de esta reflexión y las experiencias que va teniendo al llevar a la práctica el curso rediseñado.

El rediseño exige que el profesor dedique tiempo a reflexionar sobre su práctica docente y a pensar qué innovaciones tiene que incorporar para adecuarla al nuevo modelo educativo; a determinar qué objetivos pretende lograr; cómo presentar los contenidos del programa para una mejor comprensión; a través de qué estrategias va a lograr lo que pretende; qué recursos tecnológicos va a usar, en qué momento y con qué fin; y cómo, quién y cuándo evaluar los logros.

Dada la complejidad de este proceso, la variedad de elementos que lo integran, la necesidad de establecer relación entre ellos y la exigencia de presentarlos en forma adecuada, se requiere que el profesor elabore su proyecto de rediseño y lo documente de una manera organizada y estructurada, a fin de que su plan educativo resulte claro para los alumnos y para los otros profesores y para que a él mismo se le facilite llevarlo a cabo.

Esta planificación de un curso rediseñado debe hacerse antes de implantar el curso y se coloca en la plataforma tecnológica.

Por tanto, rediseñar un curso no consiste sólo en documentarlo -se puede documentar también un curso tradicional,- sino ante todo en reflexionar acerca de los elementos que deben incorporarse a fin de que el curso sea congruente con los principios del cambio educativo que busca implantar nuestro Instituto.

 

Mito 10: EL REDISEÑO ESTANDARIZA TODO Y LIMITA LA CREATIVIDAD DEL PROFESOR

Concepto correcto: El rediseño es una propuesta educativa que cada profesor crea individualmente como fruto de una reflexión personal teniendo en cuenta el contexto del campus, de sus alumnos y del entorno social.

El rediseño implica que el profesor actúe en forma creativa en las tres etapas que implica el proceso del rediseño: en la planeación del curso, en la implantación del mismo y en su proceso de mejoramiento.

En la planeación, el profesor expresa sus intenciones y metas educativas a través de un proyecto que incluye el propósito que desea conseguir y el correspondiente plan de acción. Para elaborar este plan de acción, el profesor debe situarse en su propio contexto social e institucional. A partir de este contexto tiene que seleccionar aquellas intenciones educativas que sean congruentes con la naturaleza del curso y con la situación de sus alumnos. Asimismo, entre muchas actividades, debe seleccionar aquéllas que sean más adecuadas a los aprendizajes previstos. Tiene que determinar cómo presentar los contenidos para una mejor comprensión, qué espacios son los más adecuados para que se den las acciones que pretende realizar, indicar qué recursos utilizar para mejorar o facilitar los aprendizajes. Ordenar todos estos elementos y dar forma al proceso da por resultado el que el profesor desarrolle un proyecto educativo único y creativo. No se trata, pues, de lograr una estandarización en el rediseño de los cursos.

En la siguiente etapa, el profesor implanta el proyecto. Aquí se requiere que esté atento a todo el proceso y a los resultados que va logrando con el fin de ir conociendo los aspectos de su plan que funcionan y los que no. Este proceso de reflexión permanente requiere una actitud abierta y flexible por parte del profesor para hacer mejoras en la marcha, evitando de esta forma la rigidez de un proceso de aprendizaje que en todo se somete a un plan previamente elaborado.

Finalmente, el profesor vuelve a revisar su planeación y hace las mejoras y cambios necesarios a partir de los resultados obtenidos en la etapa de implantación.

Llevar a cabo estas tres etapas del proceso hace que el rediseño sea una expresión muy importante de la creatividad del profesor y lo convierte en una experiencia totalmente alejada de la rutina y de la estandarización.

Todo lo anterior también es válido cuando un grupo de profesores, de manera colegiada, se compromete con la tarea de rediseñar un curso donde además de todo los procesos anteriores se agrega uno sumamente valioso: el trabajo colaborativo de los profesores que enriquece y potencia el de cada uno de ellos.