Ventajas de un aprendizaje en red

L a experiencia del aprendizaje en espacios virtuales ha demostrado poseer un enorme potencial para lograr beneficios educativos significativos, tanto para el alumno como para el profesor y para el mismo proceso educativo.

  • Favorece un aprendizaje activo y centrado en el alumno. Participar en un curso en red requiere que el alumno esté continuamente implicado en actividades. Hacer aportaciones, responder a los compañeros y compartir ideas por escrito y en forma coherente, es un compromiso cognitivo y social; hacer una declaración con argumentos válidos, constituye un acto cognoscitivo profundo. Estas acciones ayudan a que los estudiantes ordenen el pensamiento y mejoren la comunicación escrita, a la vez que los hacen competentes en procesar y evaluar información.
  • Ofrece igualdad de oportunidades a los estudiantes. En un ambiente de aprendizaje en red todos los alumnos participan haciendo los comentarios que desean y en el momento que lo requieran. El hecho de que la información en línea esté disponible todo el tiempo, permite a los alumnos reflexionar más las ideas e ir madurándolas a su propio ritmo, contrariamente a la exposición, que asume que todos los alumnos avanzan a la vez y con el mismo antecedente.
  • Cambia las relaciones entre profesores y alumnos. Trabajando en este medio se rompen las jerarquías y el profesor viene a ser, de forma casi natural, un facilitador del proceso de aprendizaje, más que una autoridad. El profesor define los objetivos de un curso, sugiere textos y otros materiales de estudio, da instrucciones y pautas a seguir, supervisa continuamente lo que ocurre y orienta de forma permanente; sin embargo, son los alumnos quienes llevan a cabo las tareas en forma colaborativa.
  • Se forman auténticas comunidades de aprendizaje. Las enormes posibilidades de comunicación y de información disponible con las que se cuenta en estos medios electrónicos, permiten el enriquecimiento personal y formativo de todos los miembros del grupo. La comunicación que fluye es un estímulo intelectual y fuente de satisfacción personal para todos los participantes. Los miembros de la comunidad virtual comparten intereses, se conocen y se preocupan unos por otros. Las opiniones de profesores y alumnos con relación a la interacción que tiene lugar entre ellos, manifiestan que ésta es más frecuente, más profunda y más personal que en un curso presencial.
  • Fomenta la responsabilidad. Un curso en plataforma incluye y compromete más a los alumnos con el proceso. Para que un alumno alcance éxito en un curso, tiene que responsabilizarse de su propio aprendizaje y motivar a los compañeros a que se responsabilicen del suyo. Debe leer los comentarios de los miembros de su grupo, reflexionar acerca de los asuntos tratados y buscar información adicional para ofrecer respuestas. Los alumnos establecen juntos las normas por las que van a regirse como grupo de trabajo y se autoevalúan continuamente, reflexionando sobre cómo van, qué han logrado, cómo lo han logrado y qué necesitan mejorar. Esto va formando una cultura de mejora continua, aumenta la calidad de los trabajos y capacita para la educación permanente.
  • Facilita la internacionalización de la educación. En el aprendizaje en línea los alumnos adquieren amplio conocimiento y desarrollan habilidades para trabajar en redes y en ambientes alejados de sus entornos; se preparan así para la comprensión del mundo y para una vida profesional con mentalidad global y universal. Puede fomentarse el intercambio de experiencias con estudiantes de otras naciones y llevar al salón de clase virtual la riqueza de la diversidad cultural, así como realizar otras actividades de cooperación que rompen las barreras físicas y enriquecen la vida académica.

 

  • Ayuda a manejar el tiempo y a utilizar el espacio de manera óptima. El modelo educativo requiere de espacios donde los alumnos puedan trabajar en grupo, espacios que no siempre existen en el campus; por otra parte, el tiempo de una sesión de clase está limitado a horarios discontinuos, y a veces éste es insuficiente para completar las actividades. El uso de espacios virtuales resuelve en parte las cuestiones anteriores, al tener el alumno las veinticuatro horas del día, un lugar disponible para trabajar, para comunicarse con sus compañeros y con su profesor; y tener acceso a la información y a los materiales que necesita permanentemente. De esta forma el profesor puede dedicar el tiempo del aula a clarificar, concluir, debatir o presentar una nueva actividad, reflexionar con el grupo, ofrecer retroalimentación y motivar a los estudiantes a seguir adelante.

 

Si desea ampliar o profundizar en este tema, puede visitar el libro El modelo educativo del Tecnológico de Monterrey de la Dra. Marisa Martín, 2002, en: http://www.sistema.itesm.mx/va/dide/libro/home.htm